Es bastante común que cuando nos referimos a “vivir un cambio” asumimos casi categóricamente que lo anterior no sirve. Como cuando se echa a perder un repuesto con mucho uso y lo cambias por otro nuevo. Sin embargo en el contexto personal y organizacional vivir un cambio no necesariamente implica borrar u olvidar todo lo anterior.

Te invito a conversar respecto a cómo tendemos a resolver los problemas en ambos contextos enfocándonos en profundizar nuestro pensamiento crítico al respecto.

Contexto personal: Integrando nuestra luz y sombra.

Te toca vivir una crisis en tu vida y sabes que necesitas cambiar porque lo que pensaste que estaba bien, que era una solución, al final no resultó o te comenzó a hacer daño. Es como sentir que tienes 2 personas diferentes dentro tuyo y necesitas eliminar a una.

Muchos, por no decir todos, tenemos cosas de las cuales nos arrepentimos o avergonzamos. Carl Jung nos dice que “todos tenemos una doble historia. La que mostramos y nos identificamos y por otro lado la que ocultamos y rechazamos”. Jung llama a la parte nuestra que rechazamos “nuestra sombra”. La sombra es la historia detrás de la historia.

Carl Gustav Jung

Integrar la propia sombra nos va a permitir convivir con nuestra luz y nuestra oscuridad. Nos va a permitir ser lo que somos. 

Sin embargo creo que cuando nos toca vivir un cambio no implica borrar u olvidar todo lo anterior, no se trata de anular a una de las 2 personas que tenemos dentro, no se trata de eliminar una de las 2 historias, sino más bien integrarlas porque ambas son parte de nosotros. Y únicamente entendiendo que no son 2 personas diferentes sino la misma que va y viene podremos generar un apropiado diálogo interno que logre rescatar lo bueno de nosotros íntegramente y no seccionado ni condicionado.

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Contexto organizacional: Poner foco en lo que sí funciona, esté donde esté.

Tu organización lleva cierto tiempo en el mercado pero percibes que, si no cambia o da cierto giro, tu negocio podría ser fatal. Sientes que no tienes todas las herramientas ni conocimientos para liderar el cambio a solas ya que no basta con que solamente tú asimiles bien dicho cambio sino que también es necesario vincular a él a todos tus colaboradores y contagiarlos.

¿Cómo contagias a todos con tu visión? Lo primero que me gustaría comentarte es que el éxito de una intervención, sea la que sea, depende de la calidad interior de quien la realiza. En este caso tu eres el líder de la organización y, por lo tanto, como tu seas será la empresa y la cultura de tu organización. Luis Mulato, un destacado agilista nos confirma que “la cultura organizacional es el reflejo de la conciencia de los líderes”.

Sin embargo si te toca vivir un cambio en tu organización no implica borrar u olvidar todo lo anterior. Lo realmente valioso en un proceso de cambio es poner foco en lo que sí funciona esté donde esté y hacerlo crecer, que contagie. ¿Te ha pasado que cuando te enfocas en un problema siempre te molesta? ¿O cuando estás por primera vez embarazada empiezas a ver embarazadas por todos lados? En lo que nos enfocamos siempre crece.

Resolver problemas v/s una mirada apreciativa.

La cultura de cambio en tu organización no se delega, tú eres la cultura. Es muy importante observar y escuchar a tus colaboradores y ojalá dejarles espacio para que se expresen sin prejuicios y respetando sus ideas. Es lo que comúnmente se conoce como tener una mirada apreciativa.

Más allá de conversar de las grandes metodologías de cambio o transformación como los modelos de Kotter o Adkar quisiera invitarte a que reflexiones algo más concreto:

  • ¿Qué habilidad necesito que mis colaboradores aprendan?
  • ¿Cómo estoy mirando a mis colaboradores hoy?, ¿los cuestiono, los critico, reconozco sus valores?
  • ¿Qué miradas de mis colaboradores me importan?
  • ¿Sobre quién y cómo estoy yo poniendo mi mirada tanto dentro como fuera de mi organización?

Solo tu diálogo interno te ayudará a comenzar este proceso de transformación de la mejor manera o encontrar esa ayuda precisa que necesitas ya que ningún consejero o consultor conoce tu negocio mejor que tu. No se trata solo de resolver un problema cambiando algo viejo por algo nuevo, recuerda que vivir un cambio no implica borrar u olvidar todo lo anterior.

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Gana objetividad y mantente siempre al servicio del proceso de transformación. La tentación de entregarle esta responsabilidad a un tercero es muy grande ya que tenemos el foco en no detener la operación y sostener el negocio pero piensa que el verdadero cambio es aquel que cambia de manera consistente y sostenida en el tiempo y dicho cambio únicamente funciona cuando las fuentes de los mensajes de transformación también cambian. ¿Sabías que tu comportamiento como líder es una de dichas fuentes sino la más importante?

Albert Einstein

Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil.

¡Conversemos más!

Si te hace sentido lo que te he planteado acá te invito a que nos detengamos a disfrutar un café, un té, una cerveza o la tranquilidad de un parque en una dinámica conversacional honesta y verdadera. Creo que una conversación es poderosa cuando no es transaccional.

Y si quieres conocer un poco más de mí te cuento que me gusta mucho la Comunicación Estratégica, pero con un sentido. Un gusto será conocerte, por mi lado soy Alfredo ¿y tu?