La palabra “Conversar” posee un significado muy profundo, enriquecedor y bello que no muchas veces consideramos ya que es una palabra muy cotidiana. Quise otorgarle un valor mayor y al buscar en el sitio web Etimologías de Chile la definición etimológica de la palabra Conversar descubrí que procede del latín “conversari” que significa “vivir, dar vueltas, en compañía” cuyos componentes léxicos son el prefijo “con” (completamente, globalmente) y “versare” (girar, dar vueltas). Por lo tanto podría decir que Conversar significa, en esencia, vivir de manera recíproca y global los giros y vueltas que otorgan las ideas, las palabras y los pensamientos cuando todos estos se viven en compañía. En otras palabras sencillas se refiere a unirnos para vivir y avanzar juntos siendo todos diferentes. Y es en este ambiente donde el poder de la conversación muestra su real efecto.

¿Es fácil conversar?

Creo prudente reforzar la idea de que los seres humanos necesitamos estar comunicándonos permanentemente, incluso con nosotros mismos. La comunicación es una parte esencial de nuestra vida e incide en todo lo que hagamos. De hecho todo lo que hagamos de igual forma comunica un mensaje. Sin embargo no a todos les resulta sencillo comunicarse y menos aún cuando esa comunicación implica conversar.

›› También podría interesarte este otro post: No vemos la realidad como es sino como somos nosotros mismos.

Si eres una persona a la cual le cuesta expresar sus sentimientos, emociones, necesidades e inquietudes posiblemente hayas experimentado la dificultad de entablar una conversación significativa con otra persona. Sobre todo si el inicio y éxito de dicha conversación depende exclusivamente de ti.

¿Recuerdas la última vez que estuviste en esa situación? Si lograste una victoria pues muchísimas felicitaciones ya que de seguro fue un gran hito que celebrar. En el caso que hayas sentido frustración por no haberlo conseguido ojalá que en este artículo encuentres algunas reflexiones que te hagan sentido. Te compartiré algunas que he ido consolidando a lo largo de mi experiencia en estrategia, filosofía y tecnología.

El poder de la conversación.

Cualquier actividad realizada con el objetivo de comunicar ideas, emociones o simplemente una visión del mundo podría entrar dentro de las apreciaciones que el arte en general posee. Por lo tanto a la acción de “conversar” me atrevo a llamarle “arte”, un arte que esconde un enorme poder. ¿Has pensado que tan solo una sencilla conversación puede llegar a cambiar tanto a una persona como el destino del mundo?

Nuestro lenguaje crea cambios y también realidades, así de poderoso es. En todo caso el lenguaje de la conversación resulta a veces un desafío ya que depende mucho la forma, el método y el entorno donde abras la conversación. ¿Cuál crees que es el punto de partida para una comunicación efectiva o una conversación significativa? No es necesario certificarse ni estudiar una especialización para ello.

La clave está en detenerse y mirarse al espejo. Lo que ves a través de él es tu reflejo, eres tu mismo. Observarte con una mirada apreciativa, con una mirada que resalte lo más valioso en ti es el desafío inicial y te ayudará a dar este primer paso de transformación. El punto de partida para encontrar el poder de conversar es conversar contigo mismo.

El poder de conversar con nosotros mismos.

No pocas veces somos propensos a desear resultados inmediatos a nuestros esfuerzos. Sin embargo los resultados de conversar con uno mismo no se consiguen de la noche a la mañana. Una vez que comienzas el viaje hacia tu interior comenzarás una aventura que puede acompañarte toda tu vida. Sin embargo no es una mala noticia sino todo lo contrario, es una noticia maravillosa porque al comenzar este viaje estarás dando los primeros pasos del camino a tu plenitud y al verdadero sentido de tu vida. Así que no te desanimes.

Julien Green

Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón.

Nuestro cerebro es tan vasto que nos abruma y la mayoría de las veces preferimos no profundizar en él. Nos sentimos incapaces de entenderlo y buscamos herramientas o soluciones a esta problemática en agentes externos tales como consejos de amigos, libros de autoayuda, de desarrollo personal, videos en YouTube, entre otros. Por otro lado es común que nuestras conversaciones internas sean predominantemente negativas: -“todo lo que hago me sale mal”-, u otras tales como: –“no quiero hacerlo porque sé que todos se darán cuenta de que no soy bueno”-. Solo lograremos consolidar el poder de la conversación con uno mismo si primero somos capaces de controlar la conversación interna negativa. Cambiemos nuestro diálogo.

De seguro recuerdas con más frecuencia los momentos tristes de tu vida más que los felices. Eso es un reflejo de esta conversación interna negativa que mientras más la practicas más fuerte se hace. ¿Has intentado se consciente de los muchos momentos felices que tenemos día a día? A veces son muy sencillos y pequeños pero son felices igual. El darle el carácter de irrelevantes por ser sencillos es culpa de esa voz negativa que necesitamos controlar. Así que ¡a cambiar nuestro diálogo interno!

El poder de conversar con el mundo.

En el mundo cada vez hay mayor cantidad de seres humanos y, al mismo tiempo, cada vez hay más canales de comunicación por donde podemos interactuar entre todos y conversar de todo lo que se nos ocurra. Pero hay una pregunta muy importante entre medio de todo este ecosistema que no muchas veces consideramos: ¿por qué guardamos silencio?

Aunque vivamos inmersos en nuestra sociedad o ecosistema en incontables ocasiones simplemente callamos. Ya sea por miedo, por pensar que de nada sirve decir las cosas, para evitar conflictos frente a situaciones donde la conversación está a nuestro alcance preferimos mejor guardar silencio. Pero hay que considerar que cada uno de nosotros no vemos la realidad como es sino como somos nosotros mismos, por lo tanto la posibilidad de que nuestro silencio sea la mejor decisión no es segura. Por lo tanto la reflexión entorno al cómo conversar con el mundo, más allá de mí mismo, requeriría un poquito más de profundidad, indagar en los atributos para conseguir conversaciones significativas.

Los atributos para conversaciones significativas con el mundo.
  • El Silencio. Me gustaría invitarte a considerar el silencio como un gran atributo de valor para conseguir conversaciones significativas. Al guardar silencio en una conversación tienes la posibilidad de escuchar de manera atenta todo lo que se dice. Ya sea el desahogo de un amigo, la inquietud de un hijo o un conflicto en tu grupo de trabajo. La forma ideal de ser un buen conversador es siendo también un buen oyente.
  • Los Gestos. Si no tienes palabras para comunicarte en un primer momento piensa que absolutamente todo comunica. Puedes usar gestos sinceros, una mirada suave, amable. ¿Sabías que un abrazo tiene el poder de 100 conversaciones juntas? Ya sea si tu o la otra persona lo necesita el abrazo siempre será una herramienta “mágica” en una conversación. En palabras simples, demostrar interés por lo que la otra persona te cuenta crea un ambiente propicio para que la conversación fluya significativamente.

Sigmund Freud

La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
  • La Empatía. Cuando conversamos tendemos a caer en la tentación de hacer valer nuestra opinión pero recuerda que la realidad no la vemos como es sino como somos nosotros mismos por lo tanto para que la conversación sea significativa hay que trabajar la empatía. En otras palabras es lograr aprender la distinción entre comprender y estar de acuerdo con lo que se está conversando. ¿Por qué la otra persona se siente y piensa así?, ¿Por qué yo me siento y pienso así al oír a esta persona? Estar atento a las emociones de manera recíproca te ayudará muchísimo para lograr un buen intercambio de ideas y, si tienes timidez, a enriquecer tu confianza.
El poder de conversar con la tecnología.

Existe una declaración bastante popular que manifiesta que -“lo que no se mide no existe”-. Esto es común en entornos organizacionales pero ¿cuántas veces revisas tus seguidores, comentarios o interacciones en tus redes sociales? Eso ya no es solo organizacional, es nuestra intimidad en métricas, y es nuestro día a día.

También es conocida la frase -“no puedes controlar lo que no puedes medir”-. El detalle es que bajo esa declaración que parece completamente conveniente para un entorno empresarial yace latente una intención netamente humana que dista mucho de la conveniencia. En lo profundo de nuestro inconsciente surge la expresión: -“Oh! Yo puedo controlar algo”.- Por lo tanto el apostar todo a las métricas es reducir la capacidad natural que tienen los entornos o sistemas de que se regulen a sí mismos. Un juicio reduccionista no es un buen aliado para tomar decisiones basadas en datos.

Si a eso le sumamos el hecho de que las conversaciones difíciles preferimos hacerlas a través de dispositivos digitales porque presenciales requieren más esfuerzo emocional e intelectual podemos ver que el poder de las conversaciones con la tecnología requiere una dosis potente de ética y filosofía humana. Ya en el año 2013 Alvaro González Alorda decía respecto a los medios digitales y dispositivos móviles que –“nos conectamos con todo el mundo pero nos desconectamos de la persona que tenemos al lado”-. ¿Ha cambiado eso casi 10 años después? La respuesta es no. Estando cerca del año 2023 veo como la tecnología ha avanzado prácticamente sola y nuestra humanidad ha quedado rezagada.

En definitiva, mi invitación para aprovechar el poder de las conversaciones con la tecnología es por un lado a desconfiar de las métricas y enfocarlas. Los sistemas complejos se regulan a sí mismos, como los cardumes de peces o bandadas de aves. Y por otro lado a no evitar las conversaciones difíciles cara a cara, no dejar que la tecnología converse con nosotros aislándonos sino nosotros conversar con ella complementándonos.

Álvaro González Alorda

Si afrontamos las conversaciones pendientes y restauramos relaciones deterioradas estamos empezando a cambiar el mundo. Escoge una de tus conversaciones pendientes y transfórmala en una conversación inspiradora.

¡Conversemos más!

Si te hace sentido lo que te he planteado acá te invito a que nos detengamos a disfrutar un café, un té, una cerveza o la tranquilidad de un parque en una dinámica conversacional honesta y verdadera. Creo que una conversación es poderosa cuando no es transaccional.

Y si quieres conocer un poco más de mí te cuento que me gusta mucho la Comunicación Estratégica, pero con un sentido. Un gusto será conocerte, por mi lado soy Alfredo ¿y tu?