¿Te has otorgado a ti mismo la oportunidad de reflexionar respecto a como te has vinculado con tu entorno a lo largo de tu vida? No pocas veces identificamos a la vida misma como un viaje. Una aventura en la cual elegimos nuestros destinos pero también nos los imponen. Hay situaciones que nos obligan a vincularnos con un entorno indeseado a la fuerza, no lo decidimos nosotros, simplemente estos entornos llegan. Y nos construyen un camino incierto que genera sufrimiento pero que al mismo tiempo es capaz de mostrarnos otra ruta, una alternativa. Un camino mejor que, sin haber vivido previamente esa experiencia dolorosa, no lo habríamos podido ver. Cuya ruta está maravillosamente orquestada por un perfeccionamiento orgánico que nos hace mas conscientes y vuelve nuestra carga ligera. ¿Cómo es posible esto?

Habiendo vivido a lo largo de mi vida Hitos muy intensos he llegado a la conclusión de que si es posible. Y es posible gracias a un mecanismo inconsciente que apunta naturalmente, sin intervenciones, a un camino que se va perfeccionando de manera natural. Sin intervenciones, y sustentado por nuestra capacidad de reflexión e intuición.

Para hablarte de él quiero usar la alegoría del viaje y todo viaje tiene un punto de partida.

Partida: Experiencia o Hito de Vida.

Usualmente llamamos “Camino” a nuestro proceso de desarrollo humano espiritual, racional o biológico. A lo largo de esos Caminos ,tarde o temprano, siempre nos toca ser protagonistas de ciertas Experiencias de Vida. Aparte de que ocurren de manera excepcional, nos llevan a experimentar situaciones bastante difíciles de olvidar. Me he dado cuenta que estas Experiencias, o Hitos, forman parte de un complejo mecanismo de perfeccionamiento que siempre yace latente en nuestro inconsciente. Contiene, además, un engranaje muy reconocible: el que comúnmente llamamos “Sufrimiento”.

Por lo tanto, por un lado podemos decir que esos Hitos simbolizan una Experiencia de Vida significativa, y por otro, que son responsables de lo que nos causa pesar. Es el punto de partida, el corazón de nuestro mecanismo. Pero, ¿qué es lo que yo llamo “Camino de Perfeccionamiento Orgánico” entonces? Para entenderlo realizaremos 5 paradas en nuestro viaje.

Parada 1: El catalizador. Motor de anhelos o necesidades.

La idea no es juzgar que anhelo es bueno o malo, más bien quisiera invitarte a que pienses en algún Hito de tu propia vida que haya sido inesperadamente angustioso y complejo. ¿Lo tienes?. Me atrevería a definir que todas las Experiencias de Vida (o Hitos), contienen una suerte de Catalizador de Necesidades o Anhelos escondido en su interior. Este Catalizador permanece inactivo en nuestro inconsciente pero se activa cada vez que sufrimos por algo llevándonos a un inevitable sentimiento de ansiedad. Ansiamos tomar una decisión que nos aleje lo más posible de dichos dolores. Anhelamos, necesitamos evadir ese obstáculo que llegó de manera inesperada.

En otras palabras. Pienso que al activarse estos Catalizadores como motores de nuestra consciencia interior generan una especie de señal energética (por decirlo de alguna manera), tanto biológica como psicológica, que nos obliga a detenernos y percibir esa fría sensación de inquietud, pesadumbre o dolor que terminamos llamando Sufrimiento. Dicho Sufrimiento se instala en nuestro Camino con una potente dosis de Incertidumbre. Luego esta termina por generarnos una inevitable Necesidad de tomar una Gran Decisión para superarlo y dejarlo atrás.

¿Cuál fue el catalizador del anhelo de salir de ese entorno indeseable, de esa realidad dolorosa que la vida te hizo experimentar?

Parada 2: La encrucijada y la consciencia del vacío

Pues bien, ¿cómo salgo de esto ahora? ¿Porqué me tocó algo así tan difícil? Necesito salir de esto, etc. La Incertidumbre nos genera un conflicto interior, una encrucijada donde no vemos nada. Salvo que el camino recorrido hasta ahora cambia, se transforma, se divide, muta, o simplemente se acaba.

Tomar la mejor decisión frente a una encrucijada así nos obliga a detenernos. Nos visualizamos frente a un abismo, un vacío que nos anula, nos sentimos desdichados y desesperanzados. Solo hay una cosa que abunda: nuestro propio mundo interior, y que no siempre tenemos preparado para semejantes obstáculos.

Viktor Frankl, viviendo el horror del campo de concentración de Auschwitz, decía que “la intensificación de la vida interior protegía al prisionero del vacío”. 

Corremos el riesgo de asumir conscientemente que hay un solo camino para el desdichado. No reflexionamos, no “intuimos”, que posiblemente estemos equivocados y que si seguimos ese camino podría desaparecer abruptamente. dejándonos en un vacío que difícilmente tendrá retorno. El mismo Frankl decía que, “cuando a un ser humano le quitas absolutamente todo, incluso su dignidad, es muy difícil que vea sentido a su vida.” Pero, ¿es realmente el único camino? En este estado de reflexión necesaria es donde el perfeccionamiento orgánico nos entrega sus primeras luces de existencia.

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Parada 3: Las Incertidumbres. Combustible para poder avanzar.

Mas allá de la contemplación del vacío expuesto es un hecho que tarde o temprano tiene que haber una decisión de movimiento. Una acción que nos mueva hacia alguna dirección. Nuestro conflicto interior necesita el combustible necesario para poder salir del propio conflicto y la Incertidumbre cumple ese rol. Sin ella no habría decisión. Sin embargo, es aquí donde surgen más pistas para visualizar el Camino del Perfeccionamiento Orgánico. Hay más de una Incertidumbre, hay más de un solo camino.

Cuando sufres y abandonas toda esperanza tarde o temprano te abandonarás a ti mismo. Así es el camino de la Incertidumbre que llamaremos “Mala”. Esta Incertidumbre Mala es la que siempre se presenta por defecto ante nosotros. El Sufrimiento casi siempre lo asociamos con algo malo, pues a nadie digamos que le gusta sufrir deliberadamente. Nuestra reacción automática es evitarlo sea como sea.

Sin embargo ya te había comentado que cada Experiencia de Vida esconde un Sufrimiento latente que surge gracias a un Catalizador ¿recuerdas? Pues bien, me atrevo a decir que el Sufrimiento es generado intencionalmente por el Catalizador en nuestra vida. Lo usa para sacar de nuestro inconsciente la mayor cantidad de evidencia posible de que existe otro Camino.

Un camino que  también está dentro del vacío. No lo vemos, pero que de una forma peculiarmente intuitiva, sentimos que será bueno para nosotros aun en los escenarios más duros y complejos. De esta forma, luego de la necesaria reflexión, asimilamos que existe una Incertidumbre nueva. Una distinta y que más que olvido y vacío nos puede llegar a presentar herramientas, pavimento y luz para el Camino. Es la Incertidumbre que llamaremos “Buena”.

¿Complejo? Vamos a la siguiente parada para que te cuente un ejemplo aplicado.

Parada 4: Experimentación. Hay que vivirlo para entenderlo.

Ahora sabemos que ambas Incertidumbres existen, cada una con su propio combustible, cada una con su propio camino. Ambas representan el punto de partida de un camino, pero solo una lleva al perfeccionamiento orgánico. Les quiero compartir una experiencia personal para ejemplificar la teoría en algo concreto.

Hace unos pocos años fui al médico por un control de rutina. En un par de días me ví enfrentado a un diagnóstico de cáncer que me paralizó:

  • El Hito fue el diagnóstico. Una experiencia inesperada de vida que afectaba mi salud íntegramente.
  • El Catalizador fue el proceso de cirugía y terapia acompañado de una fragilidad extrema. Anhelaba que todo terminara y la Incertidumbre me consumía el día a día.
  • Primera Incertidumbre (mala). Me enfoco en la muerte, el sufrimiento y en el tiempo que me fue arrebatado. Asumo el camino del desdichado, el único camino que me tocó vivir y quedo varado en el vacío.
  • Consciencia del vacío y reflexión. Quería vivir de verdad, como si me fuese realmente a morir mañana. Se me generó una ansiedad nueva y de alguna forma intuía que eso era bueno para mí.
  • Segunda Incertidumbre (buena).  Me enfoco en mi niñez, en mis sueños, en lo que me falta por descubrir y hacer.
  • Perfeccionamiento Orgánico. Además esta incertidumbre nueva me entregó herramientas y luces para el camino. Generó una matriz de resiliencia. Esta incertidumbre nueva se transformó en el combustible que necesitaba para emprender nuevos rumbos y tomar decisiones que antes parecían imposibles.
Parada 5: La libertad de elegir.

Y llegamos a la parada final. Cuando se abre la posibilidad de optar, de elegir, el sufrimiento comienza a mostrar poco a poco que, por muy terrible que sea, puede tener sentido. Por defecto asumimos que no tenemos opción frente a algo doloroso y puede que avancemos por el camino de la Incertidumbre equivocada. Pero sabiendo que al reflexionar puedes encontrar siempre el camino de la otra Incertidumbre pues el horizonte cambia.

Frankl decía que “le puedes quitar todo a un ser humano pero nunca lo puedes despojar de su libertad de elegir”

Por lo tanto pienso que, cada vez que enfrentamos pesares que nos paralizan, es prudente tener la certeza de que siempre está latente en nosotros este mecanismo inconsciente que permite ver el lado bueno de la Incertidumbre. Un mecanismo que nos lleva a tomar la decisión de avanzar por un Camino que sentimos es bueno, confiamos en la Intuición. 

¿Has hecho el ejercicio de identificar la mayor cantidad de Hitos en tu Vida con sus respectivos Catalizadores? Te invito a probarlo, es una introspectiva demasiado valiosa para profundizar en nuestra vida interior.

En definitiva. Podría decir que existe una conexión sistemática entre todos los Catalizadores que se van activando a lo largo de nuestra vida. Las herramientas que la Incertidumbre Buena otorga te aseguro que en algún momento de la vida nos servirán. Ellas forman un camino virtuoso de aprendizaje y conocimiento interno cuyo único fin es perfeccionar nuestra condición humana. Por ejemplo, las herramientas que te mencioné en mi ejemplo personal supe que las necesitaba varios años después. Pero lo importante es que estaban ahí esperando que las usara.

Bajo esta perspectiva el Sufrimiento, o incluso la desesperanza, cobra un sentido, un propósito mayor natural. Pertenece a un mecanismo maravillosamente orquestado que aspira a perfeccionarnos de manera natural, sin intervenciones, de una forma orgánica.

Apéndice

Pienso que nuestra plenitud personal va ligada al Camino de Perfeccionamiento Orgánico ya que perfecciona nuestra vida interior de forma virtuosa. Por otro lado, el ser humano forma parte de la naturaleza y su ecosistema global, por mucho que se sienta ajeno a ella en algunos casos. Por consiguiente participa también de manera orgánica en la perfección constante e infinita que la misma naturaleza desarrolla desde los orígenes de todo lo conocido. El ser humano tiende “naturalmente” a perfeccionarse, sin intervenciones.


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